Emprender en España Hoy
- Lucas Retamoso
- 18 may
- 2 Min. de lectura
Por Lucas Retamoso
Emprender en España en 2025 es una decisión que combina ilusión, oportunidad y desafíos estructurales. A pesar de las barreras burocráticas y fiscales, el país ha mostrado signos positivos en cuanto a creación de nuevas empresas, consolidando un ecosistema emprendedor cada vez más activo.
Durante 2024 se crearon 123.971 nuevas empresas, la cifra más alta desde 2007, con un aumento del 9,1% respecto al año anterior. Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana concentran la mayoría de estas nuevas sociedades. Además, el país cuenta con más de 3.300 startups tecnológicas activas, que generan 790 millones de euros anuales y emplean a más de 16.000 personas.
El perfil del emprendedor medio en España es el de una persona de 48 años, mayoritariamente hombre (55%), que ya ha tenido más de un proyecto (promedio 1,5). El 74% de las nuevas empresas son microempresas con menos de 10 empleados. En el caso de los jóvenes emprendedores (edad media 26 años), el 44% ha emprendido más de una vez y el 47% gestiona microempresas. Sus principales motivaciones son mejorar su situación económica (24%) y seguir una vocación (21%).
No obstante, el camino emprendedor sigue lleno de obstáculos. Solo el 7% de la población adulta en España está involucrada en actividades emprendedoras, por debajo del promedio europeo (10%). Además, apenas el 11,2% de los españoles tiene intención de emprender, una cifra baja que refleja un contexto donde aún se valora más la estabilidad de un empleo fijo que el riesgo empresarial.
Entre las principales barreras, los emprendedores destacan la elevada carga fiscal (85%), la dificultad para acceder a financiación (77%) y la complejidad de los trámites administrativos (77%). Estas cifras, sacadas por el informe “El emprendimiento en España” de la CEOE, confirman un entorno legal poco ágil para quienes quieren iniciar una actividad empresarial.
En contraste, los inmigrantes muestran una tasa de emprendimiento más alta que los nativos: 13,1% frente al 6,2%. Esto se debe, en parte, a que muchos permisos de trabajo como autónomos son más accesibles que los empleos asalariados.
Para compensar estas barreras, existen apoyos institucionales clave. El sistema CIRCE permite realizar la constitución de empresas de forma telemática. Además, incubadoras como Lanzadera, Wayra y Barcelona Activa ofrecen mentoría y financiación. ENISA, por su parte, superó los 83 millones de euros en préstamos participativos durante 2024, con un promedio de 164.000 euros por operación.
En resumen, emprender en España en 2025 es una carrera de fondo. Hay oportunidades, especialmente en tecnología y servicios, y un ecosistema que empieza a consolidarse. Pero para aprovecharlo, es fundamental entender el marco normativo, acceder a redes de apoyo y, sobre todo, tener claro que el camino del emprendimiento en España aún requiere determinación, resiliencia y una estrategia bien planificada.



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